Dos cosas que cambiarán el comportamiento de tu cachorro

Si existe un problema muy común que preocupa la mayoría de los dueños de perros adultos, ése es la llamada: “le llamo y no viene” o bien “viene cuando quiere”.

Nota: abstenerse listillos del “club collie”, porque el que tu border no se vaya no es para aplaudir.

Volviendo al tema del post, la llamada tan problemática a los mayores apenas afecta a los pequeños porque un cachorro no se larga nada más llegar, no huye de ti, y si se le enseña bien, no tiene porque hacerlo nunca. No obstante, en esta etapa hay cosas mucho más urgentes como por ejemplo los mordiscos, destrozos, pises en la alfombra, llantos, tirones de correa, algún miedo, etc.

¿Y hay algo que se puede hacer que mejore TODO (sí, he dicho todo) lo relacionado al comportamiento de mi cachorro?

La respuesta es SÍ, lo hay, y si no me crees, prueba y luego me cuentas…

1-Enseñarle auto control.

Como ya lo he descrito anteriormente (leer post sobre auto control) ningún perro nace sabiendo auto controlarse, tened en cuenta que si tu perro no estuviera tumbado en tu sofá con un cuenco de comida al lado lo más seguro es que estuviera pululando por el mundo en busca de alimento prácticamente todo el tiempo (y si, comería lo que fuera) eso sería lo normal, así como correr, escarbar, mordisquear… esa es su naturaleza, ahora bien, en nuestro mundo humano no les dejaremos escarbar en la alfombra, hacer pis fuera de sitios apropiados, correr libremente por las calles o comer basura del suelo, por ello, cuando les enseñamos auto control les estamos ayudando a integrar todas esas normas de nuestro mundo de una manera mucho más fácil.

Ejercicio 1

Sujeta un trozo de comida en la mano con el perro delante de ti sin distracciones alrededor, no hables, cuando el perro se siente, le felicitas y se lo das.

Ejercicio 2

Lo mismo, pero le entregarás el premio cuando esté sentado y mirándote a los ojos. No puedes hablar y no deberías hacer este ejercicio si el anterior no te sale a la primera.

Ejercicio 3

Ahora lo que vas a sujetar es el cuenco de comida, igualmente sin hablar, esperando a que él esté sentado o tumbado y tranquilo.

No quieras correr y hacerlo todo el mismo día, es contraproducente.

2-Énfasis en lo bueno, todo el tiempo.

La regla es muy sencilla: tienes que dedicar mucho más tiempo enseñando lo que sí quieres que haga y felicitando pequeños avances, que remediando o regañando lo que él hace mal.

Si tu foco de atención está en lo malo, lo alimentarás ¿me explico?

Os prometo que, siguiendo estos dos consejos, veréis un cambio enorme no solamente en el comportamiento de vuestro cachorro, si no en la relación que tenéis con él.


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