Los primeros días en casa de un cachorro

Los primeros días en casa son muy delicados y requieren atención especial.

La llegada de un cachorro es un momento de mucha alegría para la familia, pero puede ser traumático para el perro. Hay que tener en cuenta de que todo lo que él conoce hasta ahora ha desaparecido: el entorno, las personas, los sonidos, los olores, las rutinas, y lo principal: su familia. El cachorro se sentía seguro y protegido, hasta que de repente, le cogen, le apartan, y lo llevan lejos.

Cuánto más pequeño, menos recursos emocionales tendrá para afrontar su nueva realidad.

Claves para ayudarle en este momento de transición y adaptación.

  • Si fuera posible, al recoger al cachorro, lleva también una manta o algo con el olor del sitio dónde ésta.
  • Al llegar a casa, niños pequeños y otros habitantes (perros y gatos) “deben estar guardados”. A mis hijas las dejé un momentito con los abuelos hasta que nuestro cachorro conociera su nuevo hogar, a la vez que mis perros estaban guardados y la gata también.
  • Un estímulo de cada vez, tened en cuenta de que hay demasiada información para asimilar de golpe.

  • No tienes porque juntar a toda la manada el primer día, esto solamente se hará si los perros de la casa son muy amables con el nuevo miembro de la familia y si el pequeño así lo desea. ¿Y cómo lo sabes? fácil, si él quiere acercarse, si tiene curiosidad, fíjate en su lenguaje.
  • No impongas absolutamente nada.
  • Todos los acercamientos se harán bajo control y paulatinamente.
  • Nada más llegar, invitale a dar un paseo por toda la casa, y si no quiere, simplemente déjale estar tranquilo y que descanse.

  • Siéntate en el suelo y observa su reacción: si él se acerca y quiere mimos, disfrútalo, si no, estate pendiente, por si él necesita algo.
  • Tu presencia deberá tranquilizarle, deberá trasmitir serenidad y seguridad. A partir de ese momento, tú serás su guía, su familia, su puerto seguro. Si tú no estás bien por alguna razón, él será tu espejo.
  • No es el momento de enseñar ni de educar, la única prioridad es crear vínculo.
  • A la hora de dormir, déjale estar contigo o con alguien de la familia, recuerda que él no tiene recursos emocionales para estar solo. No, no se va “mal acostumbrar”.

Un cachorro no necesita un arnés caro, una correa importada, o una cama de viscoelástica, necesita una familia que le preste atención cuándo él más lo necesita.


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