Este comportamiento no es un problema como tal, si no fruto del aprendizaje: alguien le ha enseñado a pedir, aún sin ser cocientes de ello (por ejemplo, los niños cuando dejan caer comida al suelo y el perro lo coge).
Muchos perros empiezan a llorar, a ladrar, a saltar encima, a molestar de alguna manera a sus dueños en la hora de la comida. ¿Por qué? La principal razón es porque nosotros les hemos dado de comer en algún momento, lo que automáticamente les enseña a pedir ya que nuestra mesa se convierte en otra fuente de recursos.
¿Pero si sólo le di una vez? No importa, es suficiente, él ya ha aprendido y ahora lo que tenemos que hacer es enseñarle la nueva regla: ya no hay comida.
¿Cómo?
1-Ignorándole. Si sigues haciendo caso a sus peticiones, reforzarás aún más el comportamiento y lograrás el objetivo opuesto.
2-No vuelvas a darle de comer de la mesa. Esa regla de “hoy si, mañana no” no es válida para los perros, si hoy le das de comer de la mesa mañana no te extrañe que te lo pida.
3-Dirige su atención hacia otro comportamiento, eso se consigue enseñándole que mientras estés comiendo él deberá estar en su cama (u otro sitio) para recibir el premio posteriormente, así le estas enseñando otro camino para el mismo objetivo (conseguir comida).
4-Fracciona su ración de comida. Si tuvieras que comer sólo una vez al día, tendrías hambre a lo largo del día verdad? él también, por ello, muchas veces se alteran, porque hace horas que no ingieren alimentos. Divide su ración diaria en al menos dos partes, mañana y tarde, el perro estará menos ansioso.
Consejo: no esperes hasta acabar de cenar para darle la suya, estas generando más ansia de comer en el perro que comerá aún más rápido lo que no es bueno para su digestión. Lo ideal es que coma antes o a la vez que nosotros.
No pasa nada si el perro coma antes que nosotros, eso no te hace “inferior” al perro, es más, si te fijas, en la naturaleza, los que comen primero son siempre los cachorros (los más débiles). ¡Buen provecho!