Estrés en perros

Si crees que el estrés no le afecta a tu perro, te invito a leer este artículo.

El estrés es el detonante de infinidad de problemas de comportamiento y también de problemas de salud,  por ello debe ser tratado como una patología del comportamiento que afecta directamente la calidad de vida del perro.

Estrés es un término que se usa de forma generalizada con muchas connotaciones, en este artículo trataremos aquel estado de preocupación, temor, irritabilidad o dificultad para manejar una situación que causa frustración. El término estrés como una respuesta biológica fue elaborado por el médico Hans Selye en 1936, en la Universidad McGill de Montreal. Lo definió como una respuesta biológica inespecífica, estereotipada y siempre igual a un estímulo, mediante cambios en el sistema nervioso, endocrino e inmunológico.

La respuesta al estrés se define como el intento del organismo para restablecer el equilibrio homeostático y adaptarse ante situaciones biológicas y/o psicológicas y/o sociales.

Homeostasis: conjunto de procesos que mantienen estable el medio interno de un organismo (Cannon, 1929)

Stephen Gilligan, en su libro Trance Generativo, expone que la creatividad queda anulada cuando hay un estado de bloqueo neuromuscular, Sapolsky (1998) describe como en la mayoría de mamíferos este trance traumático dura poco tiempo, desapareciendo una vez que la amenaza se aleja, pero en los humanos y en los animales condicionados por los humanos puede permanecer indefinidamente, durante años.

¿Qué le estresa negativamente? ejemplos…

  • Contacto con otros perros cuándo él no quiere
  • El contacto obligatorio con otros perros estresados
  • Cada vez que se le fuerza hacer algo
  • Sesiones de entrenamiento largas (largo para él, pueden ser 5 minutos)
  • Ausencia o exceso de actividad física
  • Ausencia de estimulación mental
  • Vivir en un entorno inadecuado
  • Métodos aversivos de educación canina
  • Malos tratos (físicos, verbales)
  • Competiciones deportivas (sobre todo si al perro no se le deja descansar y recuperarse posteriormente)
  • Estrés del dueño (si, tú se lo trasmites. ¿No me crees? Grábate.)
  • Ausencia de reposo para reponerse

¿Cómo reconocer que mi perro está estresado? ejemplos…

  • El perro sufre un estado de ansiedad
  • Mucha irritabilidad
  • Relamidos constantes
  • Estereotipias
  • No es capaz de concentrarse en una tarea
  • Tiene las pupilas dilatadas
  • Rigidez muscular
  • Jadea excesivamente
  • Dificultad para conciliar o mantener el sueño

Para poder empezar a ayudar a tu perro, es imprescindible conocer muy bien el lenguaje canino (puedes aprender sobre ello aquí)

Cuando tenemos que enfrentarnos a un estrés, se producen rápidamente cambios generalizados en todo el cuerpo, por ello, si el estrés se mantiene, las consecuencias pueden ser catastróficas.

El perro que no tiene problemas de comportamiento será capaz de afrontar las situaciones estresantes que se le presenten sin problemas. No se trata de vivir sin estrés por que es imposible, pero sí de encontrar la manera de gestionar el estrés y recuperar el equilibrio.

¿Qué podemos hacer para ayudarle?

En casos de estrés crónico, yo recomiendo pedir ayuda profesional para tratar el problema de la manera más rápida y eficaz posible.

No obstante, algunos consejos pueden ser de utilidad:

  • Aprende su lenguaje y utilízalo.
  • Respétalo, es un ser vivo con sus necesidades, con sus emociones, nadie sufre estrés crónico porque quiere.
  • Sal con el perro a la calle, a parques y siempre que posible a campo abierto. Déjale ser perro, olisqueando, sin la necesidad de jugar contigo a nada.
  • Pregúntate dónde está la raíz del estrés, cuál es gran causa de lo que le está ocurriendo y no te quedes solo con las consecuencias de ello.
  • No le fuerces a nada que él no quiera.
  • En los paseos, utiliza una correa larga. Así, podrás controlar cuándo ir más lejos o más cerca de ti y darle mucho más espacio para explorar y también para comunicarse.
  • Haz sesiones de enriquecimiento ambiental, siempre que puedas.
  • Dale algo que hacer en su tiempo libre, puedes fabricar juguetes dispensadores de premios (una botella de plástico cerrada con agujeros y premios dentro) o comprar alguno, tiene que ser algo fácil para él (tipo KONG).
  • Música clásica en casa. Siempre. No, la tele no vale.
  • ¿Te gusta la aromaterapia? Úsala. Si no lo conoces, te invito a que la conozcas.
  • Fomenta el olisqueo, juegos con mordedores, pero guarda la pelota y todo lo que le altere (al menos por ahora).
  • Respeta los horarios de comidas, y dale de comer mínimo 3 veces al día. Si lo haces mezclando juegos de búsqueda y olfato, mejor.
  • Trabaja la calma (aprende más aquí).
  • Es fundamental no reforzar ningún comportamiento nervioso. Si el perro está ladrando por la razón que sea, no fomentar esa situación gritándole, dándole órdenes que él no va poder cumplir, o estresándote más. Si necesitas ayuda, pide ayuda.
  • Cuidado con el contacto con los niños. Enséñales a los más pequeños cuál es la mejor manera de estar con los perros y cómo pueden ayudarles. El cuento “La niña que sabía de perros” es la herramienta ideal para ello.
  • Dale masajes, son fantásticos para relajar, pero teniendo muy en cuenta tu estado de estado ánimo en este momento.
  • Cuidado con las entradas y salidas en casa, al salir déjale algo que hacer.
  • Nada de castigos físicos ni verbales, te invito a que pruebes otro camino y verás lo bien que funciona.
  • Hazle pensar, fomenta en él la capacidad resolutiva: más razón y menos emoción.

Ten paciencia. Cambia tú antes de querer cambiarle a él.


Para saber más:
Dröscher, V. B., (1980), Sobrevivir, Barcelona, Planeta.
Gilligan, S., (2016), Trance Generativo, Barcelona, Rigden Institute Gestalt
Moscoso, M. S., de la mente de la célula: impacto del estrés en Psiconeuro-inmunoendocrinología, Liberabit, Jul./dic. 2009

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