Consejos para la incorporación de un bebé en una familia con perros.
La relación entre bebés y perros, puede ser un trauma familiar o lo más bonito que hayas vivido.
No desaproveches la oportunidad de vivir algo que ni te lo habías imaginado. No desplaces a tus perros y hazles participes siempre que puedas. Mi hija ha crecido entre perros y es una niña muy sana y muy feliz.
Para un perro, un bebé puede representar un gran fastidio: pierde su protagonismo, tendrá que competir para lograr atención, se le cambiarán sus rutinas, el estado de ánimo en casa puede cambiar debido al cansancio, aparecen muchos nuevos objetos, olores, sonidos y un sinfín de otras cosas que de la noche a la mañana formarán parte obligatoriamente de su vida y le obligarán a adaptarse si o si.
¿Parece traumático verdad? Puede serlo, pero, para evitar malas experiencias, aquí va una serie de pautas que harán que todo se haga mucho más fácil y divertido…
Cambio en las rutinas
Hay que preguntarse: ¿qué cambios en las rutinas de los perros se verán afectados con la llegada del bebé? Lo primero es que el cambio en las rutinas sea paulatino, por ejemplo, si la persona que más saca a los perros es su dueña, hay que tener en cuenta que su disponibilidad no será la misma al nacer el bebe, por ello, la otra persona encargada deberá empezar a asumir sus responsabilidades lo antes posible;
Fomentar un clima de independencia
Un bebé implica un cambio de prioridades, aunque tengas al perro como a un hijo más, el bebé necesita mucho más atención al ser tan pequeño y dependiente. Si de la noche a la mañana su dueña le deja de lado, ese perro va sufrir mucho, mejor empezar a fomentar un clima de independencia unos meses antes de que nazca para evitar malos tragos. ¿Un truco? utilizar nuevos juguetes interactivos y tener planeadas actividades en las que el perro juegue solo.
Presentación desde el hospital
Durante la estancia en el hospital, que alguien se acerque a casa con un calcetín o prenda de ropa del bebé para que el olor le sea familiar, y que ese olor acompañe caricias y premios; El bebé tiene que ser algo positivo para el perro, nunca algo negativo, por ello es fundamental que al llegar a casa el perro pueda oler el pequeño y cada vez que sienta curiosidad se le premie (aun manteniendo las distancias si necesario);
Las nuevas normas de la casa
Si los dueños delimitarán áreas o espacios exclusivos para el bebe, esto hay que hacerlo antes con los perros, y no después. Recuerda, las nuevas reglas de la casa deben llevarse a cabo meses antes del nacimiento, para que todo se haga con naturalidad.
Educación básica para la convivencia
Conceptos básicos de educación básica como sentarse, permanecerse quieto o no saltar son imprescindibles.
Anticiparse a las reacciones del perro
Para evitar episodios de ansiedad derivados de la ausencia repentina de los dueños, se recomienda dejar a alguien a cargo de sacarles y cuidar su estado emocional durante este periodo de transición. Recomendamos contactar con un educador canino de confianza que trabaje terapias naturales para ayudarles a gestionar este periodo.
No recomendamos nunca dejar a los perros a solas con los bebés, cuándo más pequeños, más supervisión es necesaria.
Si hay dudas en relación al comportamiento del perro, se puede empezar a practicar con una muñeca, es una manera divertida de marcar límites e ir preparándose.
Si el bebe llega antes de lo previsto, simplemente hay que seguir adelante con los cambios de una manera respetuosa y positiva, ya que no hay mejor combinación en el mundo que un perro y un niño, pero eso, es otra historia.