Una señal de activación prepara el perro para lo que viene a continuación (una sesión de entrenamiento, por ejemplo), y una señal de liberación hace que el perro vuelva a su estado inicial de relajación y descanse.
Si pensamos en nuestra vida cotidiana, los seres humanos tenemos muchas señales de activación y liberación, desde el despertador que suena por la mañana indicando que debemos levantarnos (activación), hasta el timbre que suena al final de una jornada laboral (señal de liberación).
Es muy interesante hacer esta comparación para darnos cuenta de la importancia y utilidad de emplear dichas señales en el entrenamiento.
Una señal de activación con los perros es muy fácil de conseguir, y en general, lo aprenden ellos solos por asociación:
Cuando te diriges hacia un lugar determinado dónde el perro está acostumbrado a entrenar, cuando coges el clicker u otros accesorios de entrenamiento, la bolsa de premios, cuando cortas salchichas, entre otros. Dada la facilidad con la que los perros aprenden esta señal, nos centraremos en la otra señal, la de liberación, la señal de OFF.
Hay muchas maneras de interpretar una señal de liberación y muchas formas de nombrarla.
A nivel descriptivo (simplemente para que conste en el Manual de Entrenamiento que utilizamos con los alumnos) la he llamado señal de OFF.
Ojo con buscar información en buscadores sobre este tema, entrenar el OFF en inglés no es liberar al perro de una sesión de trabajo como describiremos a continuación sino es algo completamente distinto, no os confundáis. A mí me gusta hablar de ON y OFF porque son palabras cortas, y aunque estén en inglés, son términos fácilmente deducibles.
Una cosa es la señal de liberación que hemos terminado el entrenamiento, y otra cosa es la señal de liberación que hemos terminado un ejercicio en cuestión pero seguimos.
Particularmente soy partidaria de trabajar solamente la señal de hemos acabado el entrenamiento, porque es muy fácil liberar de un ejercicio pero es muy difícil liberar una mente que sigue trabajando y pide más.
Algunos perros hiperactivos por naturaleza como los jack russels y los border collies superan el promedio de energía de los demás (por una cuestión genética: necesitan hacer bien su trabajo) y pueden empezar a escavar, destrozar objetos, morder, ladrar, y una infinidad de otros comportamientos.
Una buena medida para ayudar a los perros a desconectar y volver a un estado de relajación y normalidad es enseñándoles la señal de OFF, que significa que hemos acabado, que no hay más juego, ni trabajo, no hay pelota ni palos de madera, lo único que les queda es tranquilizarse.
No es algo que se consiga de la noche a la mañana, y como todo en el adiestramiento, tarda su tiempo que puede variar según el perro.
Lo primero es decidir si trabajaremos en base a una señal liberadora para ejercicios individuales o bien si trabajaremos una señal de liberación de la “jornada de trabajo”, por ejemplo, puedo decirle a mi perro que se tumbe y mantenga la posición hasta que yo haga un estallido con los dedos, esto es una señal liberadora de un solo ejercicio, y a continuación pasamos al siguiente.
También puedo enseñarle que cada vez que le digo “ya” o que me cruzo los brazos o que guardo el clicker (por poner distintos ejemplos) hemos acabado de entrenar y a partir de ahora no hace falta que esté pendiente de mi ni de sus juguetes, puede tumbarse o irse porque yo ya no requiero su atención, así, poco a poco su mente vuelve hacia un estado de relajación sin tener que estar atento a las señales que se le piden.
¡Ojo! la señal tiene que ser algo totalmente nuevo para el perro, no puede ser algo que ya tenga algún significado para él, ni algo utilizado en su día a día.
Si usamos una palabra, que sea nueva para él. ¡Cuidado con los tonos emocionales al utilizar señales verbales! Si cogemos un gesto, que sea algo que él no conozca. Eso es fundamental para no confundirle y garantizar un correcto aprendizaje.
Tras elegir la señal que usaremos, no importa si es verbal o gestual, cuando acabemos de entrenar hacemos hincapié en la señal delante del perro, cogemos todo lo que sea susceptible de juego y trabajo y nos vamos. No respondemos a las peticiones de atención y/o juego por parte del perro. No hacemos caso a ladridos, lloriqueos, saltitos, nada de nada. Si hemos acabado, hemos acabado.
Importante
Literalmente tendremos que dar media vuelta y no dejar nada susceptible de ser utilizado por el perro para que pueda seguir jugando, es importante dejar claro este concepto.
Si estamos entrenando en el campo, no podemos hacernos con todos los palos y ramas que estén por el suelo, pero si podemos ignorar las peticiones de juego del perro, por mucho que te traiga palos, ramas, lo que sea, por muy gracioso que parezca, haremos caso omiso.
Poco a poco el perro se dará cuenta del significado de la señal y será capaz de desconectar y empezar a relajarse, es tan solo cuestión de tiempo.
En actividades demasiado excitantes para algunos perros, por ejemplo, en pistas de agility, se recomienda que el perro no tenga la posibilidad de poder ver la pista y otros perros saltando, caso contrario le será imposible desconectar aunque él sepa que ya no le toca. Si crees que él está tranquilo viendo la pista, fácil, escúchale el corazón.
Es nuestra responsabilidad garantizar el bienestar y la salud de nuestros perros, no olvidemos que todas las patologías derivadas del estrés se desarrollan por culpa exclusiva de los dueños.
¡Vente a entrenar con nosotros! info@consultoriacanina.com